Hoy, el galgo italiano es un perro de reducidas dimensiones pero muy musculoso, saltador, veloz y rápido que sirve perfectamente para la caza del pequeño conejo salvaje y que recuerda, en miniatura, las formas del Greyhound. La cabeza es larga, con el cráneo plano, el hocico puntiagudo y el stop poco marcado. Los ojos son grandes y redondos, las orejas pequeñas, suaves y finas que el perro lleva bien atrás sobre la nuca y sobre la parte superior del cuello que es enjuto y ligeramente arqueado. Las extremidades tienen osamenta liviana pero son musculosos. La piel es fina y adherente, con pelo liso y fino. Estas son las principales características del galgo italiano, un simpático perro que tiene un andar elegante y a saltos.